Cuando una persona dueña de una empresa familiar fallece, la cuestión de cómo heredar la empresa se puede convertir en un tema bastante complicado para garantizar la continuidad del negocio. A menudo, este proceso suele involucrar a los herederos más cercanos, generalmente los hijos, pero no siempre es un proceso que se da de forma sencilla.
Los conflictos de intereses entre los diferentes miembros de la familia pueden hacer que el proceso de sucesión sea más complicado, especialmente cuando el patrimonio empresarial incluye tanto bienes tangibles como obligaciones y deudas. Además, las decisiones sobre cómo heredar una empresa familiar afectan directamente la continuidad de la compañía, lo que hace que un adecuado plan de sucesión sea esencial.
Es fundamental que, en el caso de que haya varios herederos, exista un testamento claro que sirva para realizar la transmisión del negocio. Sin este documento, los problemas legales y familiares pueden hacerse más patentes, afectando incluso la estabilidad de la propia empresa. En Garanley Abogados, somos conscientes de la importancia que la sucesión se realice de forma ordenada y bien gestionada, por lo que ofrecemos soluciones varias que tienen como objetivo principal evitar conflictos y facilitar el relevo generacional. Sigue leyendo si quieres conocer los principales aspectos legales que debes tener en cuenta.
Resumen del artículo
¿Qué problemas pueden darse al heredar una empresa familiar?
El principal obstáculo al heredar una empresa familiar surge cuando los herederos no logran ponerse de acuerdo. Si la sucesión no se planifica o gestiona correctamente, los conflictos pueden ser inevitables, especialmente si se presentan diferencias de opiniones sobre cómo debe gestionarse la empresa entre los herederos. Recuerda que los miembros de la familia pueden tener visiones distintas sobre la dirección futura del negocio, y esto puede generar fricciones y tensiones que afectan tanto a la convivencia familiar como a la operación del negocio.
Además, la transmisión de una empresa familiar implica no únicamente heredar los activos, sino también las deudas y obligaciones de la compañía. Por supuesto, esto puede generar sorpresas desagradables para los herederos, sobre todo si no se ha prestado atención a la situación financiera de la empresa antes de aceptar la herencia.
Por ello, es crucial planificar la herencia de la empresa con antelación. Una de las herramientas más útiles para llevar a cabo este proceso es el testamento, que debe incluir instrucciones claras sobre la distribución de los bienes y, especialmente, sobre la continuidad de la empresa. Esto ayuda a minimizar conflictos entre los herederos y garantiza que el proceso de sucesión se lleve a cabo de la manera más ordenada y transparente posible.
¿Cómo heredar bienes de una empresa familiar?
El primer paso para heredar bienes de una empresa familiar es asegurarse de que existe un testamento válido que regule la distribución del patrimonio. En este sentido, si hay dudas sobre la existencia del testamento o si se desea confirmar su validez, los herederos pueden solicitar un certificado de últimas voluntades, que les permitirá conocer cuál ha sido realmente la última voluntad de la persona fallecida.
Una vez que se tiene acceso al testamento, los herederos pueden aceptar su parte de la herencia. Sin embargo, deben tener en cuenta que, si existen varios herederos, la propiedad de la empresa se divide proporcionalmente entre todos ellos. Es decir, no necesariamente uno de ellos debe ser el dueño de la totalidad del negocio, sino que dependerá de la cantidad de beneficiarios y de las condiciones que el testador haya estipulado en el testamento.
Al aceptar la herencia, los herederos asumen no solo los derechos y beneficios de la empresa, sino también sus obligaciones, cargas y deudas. Por lo tanto, es fundamental conocer previamente la situación financiera de la compañía antes de tomar una decisión.
Si la empresa tiene deudas que podrían superar los ingresos, los herederos pueden optar por aceptar la herencia en beneficio de inventario, lo que les permitirá conocer la situación exacta del patrimonio antes de comprometerse a asumir ninguna deuda ni poner en peligro su propio patrimonio.
Aceptación de la herencia: pura y simple o en beneficio de inventario
Una de las decisiones más importantes que deben tomar los herederos al enfrentarse al hecho de heredar una empresa familiar es cómo aceptarla. Existen dos opciones principales y, por supuesto, cada una de ellas puede tener unas determinadas consecuencias:
Cuando hablamos de aceptar la herencia pura y simple, estamos hablando de una opción implica aceptar tanto los activos como las deudas de la empresa tal como están. En este caso, los herederos asumen la totalidad del patrimonio, incluyendo las obligaciones pendientes.
Recomendamos apostar por esta opción, en especial, si la empresa es financieramente sólida y si los herederos están dispuestos a hacerse cargo de las responsabilidades. En caso de que uno o varios de ellos no quieran responsabilizarse, siempre pueden llegar a un acuerdo con los herederos que sí quieran para pagarles su parte.
Otra opción es aceptar la herencia en beneficio de inventario. En este caso, los herederos aceptan la herencia sólo cuando los bienes que realmente tengan un valor superior a las deudas. Recomendamos elegir esta opción si los herederos tienen dudas sobre la situación financiera de la empresa, ya que les protege de asumir una mayor cantidad de deudas de las que realmente pueden.
Cuaderno particional: una herramienta clave en la distribución de la herencia
En aquellos casos en los que existen varios herederos, es recomendable elaborar un cuaderno particional. Este documento tiene como objetivo detallar cómo se van a repartir los bienes de la herencia, incluidas las deudas y las cargas. El cuaderno particional facilita la distribución de los activos de una manera justa y equitativa, lo que permite reducir el riesgo de que surjan disputas entre los herederos y asegurando que todos los bienes sean identificados y evaluados correctamente.
El cuaderno particional también es útil para aclarar cómo se van a gestionar los bienes no tangibles de la empresa. Gracias a este elemento se pueden evitar discusiones innecesarias y facilitar el relevo generacional en la empresa, asegurando que el negocio continúe en funcionamiento con las menores interferencias posibles.
Valoración del patrimonio: clave para evitar conflictos
La valoración del patrimonio de la empresa es otro paso crucial en el proceso de sucesión. Antes de proceder a la repartición de los bienes, es importante determinar cuál es el valor real de la empresa y de sus activos. Este proceso puede involucrar la realización de un inventario que en el que se incluyan todos los bienes de la organización para poder realizar evaluación de cuál es el valor de mercado de la empresa.
Sin lugar a dudas, esta valoración es vital para obtener una base que sirva para poder distribuir tanto las deudas como los bienes, garantizando una mejor toma de decisiones a lo largo del proceso de heredar una empresa familiar. Además, gracias a ello, los herederos pueden tener más claro cuál puede ser el futuro de la empresa, lo que les permitirá meditar mejor cuál va a ser su participación en dicho negocio y ponerse de acuerdo.
Hay que pagar los impuestos correspondientes
Por último, pero no menos importante, al heredar una empresa familiar, también es necesario pagar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, que, en nuestro país puede variar significativamente dependiendo de la comunidad autónoma en la que se realice la transmisión. Por descontado, es otro punto que puede generar conflictos entre los herederos implicados. Por este motivo, lo recomendable es que os pongáis en contacto con un abogado profesional que os ayude a llevar a cabo el proceso sucesorio de una manera más ordenada y organizada.