No cabe ninguna duda de que el número de accidentes de tráfico relacionados con el consumo de alcohol y drogas han disminuido notablemente en las últimas décadas, pero las cifras siguen siendo alarmantes. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), entre el 30 % y el 50 % de los accidentes mortales en España están relacionados con el consumo de alcohol. Esto se traduce, en promedio, en entre 450 y 750 muertes al año atribuibles al consumo de estas sustancias.
Para prevenir que estas tragedias sigan sucediendo y para disuadir a los conductores de tomar el volante tras consumir alcohol, la DGT establece sanciones contundentes, es decir, la multas por alcoholemia. Estas sanciones no solo buscan castigar conductas irresponsables, sino también garantizar la seguridad vial para la mayoría de las personas, que, en realidad son las que circulan en perfectas condiciones y sin haber consumido ningún tipo de sustancias.
Sin embargo, si en un momento determinado te enfrentas a una multa de este tipo, es importante que sepas que, en ciertos casos, es posible recurrir. A continuación, como abogados especializados en alcoholemias, a través de este artículo te vamos a explicar qué implica una multa por alcoholemia y cómo puedes apelar.
Resumen del artículo
¿Qué implica una multa por alcoholemia?
Una multa por alcoholemia es una sanción administrativa que se impone a aquellos conductores que superan los límites legales de alcohol permitidos al volante. Aunque la única tasa de alcoholemia completamente segura es cero, la normativa española todavía permite una cierta cantidad de alcohol en el organismo. Si al someterse a un test de alcoholemia se superan estos límites, las sanciones varían según el nivel de alcohol detectado en dicha prueba.
- Una tasa entre 0,26 mg/l y 0,50 mg/l en aire espirado se considera una sanción administrativa y suele conllevar una multa de 500 euros y la pérdida de hasta cuatro puntos del carnet de conducir.
- Cuando la tasa se encuentra entre 0,50 mg/l y 0,60 mg/l también se considera una sanción administrativa, pero es más grave y la multa puede ascender hasta los 1.000 euros y, además, puedes enfrentarte a la pérdida de seis puntos del carnet.
- Si la tasa de alcoholemia supera los 0,60 mg/l se considera que has cometido un delito de alcoholemia, es decir, un delito tipificado en el Código Penal contra la seguridad vial. Este delito se castiga con la retirada del carnet de conducir, con una multa de más de 1000 euros y hasta con penas de un máximo de dos años de prisión, así como la realización de servicios a la comunidad.
En todas estas situaciones, no suele haber detención inmediata, a menos que el conductor se niegue a realizar el test de alcoholemia o sea reincidente en el delito de alcoholemia. Ten en cuenta que negarse a someterse al test de alcoholemia constituye un delito contra la seguridad vial y puede tener consecuencias legales más duras.
¿En qué casos se puede recurrir una multa por alcoholemia?
A pesar de que es cierto que las multas por alcoholemia suelen ser difíciles de impugnar, existen ciertas circunstancias en las que es posible recurrir una multa por alcoholemia, especialmente si consideras que se han vulnerado tus derechos fundamentales o si los agentes han cometido errores a lo largo del procedimiento. Entre los motivos más frecuentes por los que podemos apelar, podemos mencionar los siguientes:
Derecho a una segunda prueba
Es obligatorio que los agentes te informen como conductor de tu derecho a realizar una segunda prueba pasados diez minutos después de haber realizado la primera. Si esto no se cumple, puedes tener la oportunidad de recurrir la multa por alcoholemia.
Intervalo de tiempo entre ambas pruebas
Si no transcurre el tiempo mínimo de diez minutos entre la primera y la segunda prueba, es posible impugnar el procedimiento y podría aceptarse como válida la apelación.
Análisis de sangre o de orina
Además, como conductor, también tienes derecho a solicitar un análisis alternativo si estás seguro. Si el agente encargado de tu caso no te informa de esta posibilidad, este podría ser un buen motivo para recurrir la sanción. Ahora bien, deberías estar bien seguro de que esta prueba va a dar negativo, ya que, de lo contrario, tendrás que pagarla de tu bolsillo.
Calibración incorrecta del alcoholímetro
Los dispositivos deben estar correctamente calibrados y certificados. Si se demuestra que el alcoholímetro no cumplía con unos requisitos mínimos, los resultados podrían no arrojar una medición válida.
Margen de error del alcoholímetro
Del mismo modo, hay que tener en cuenta que los alcoholímetros tienen un margen de error, y si el resultado se encuentra ligeramente por encima del límite permitido, puede ser motivo para reducir o anular la multa.
Falta de información por parte de los agentes de tráfico
Por último, debes saber que los agentes deben informarte como conductor cuáles han sido los resultados de las pruebas y las consecuencias legales. Si esto no ocurre y recibes una multa o una denuncia, puedes recurrir sin problemas.
Por último, debemos recordar que si los niveles detectados en el test superan por poco los límites permitidos o detectas que se han presentado irregularidades durante el procedimiento, un delito por alcoholemia se podría rebajar a una infracción administrativa, o incluso la multa podría ser anulada por completo, aunque no hay nada que lo garantice al 100%, ya que el resultado de la apelación depende de cada caso en particular.
¿Cómo apelar una multa por alcoholemia?
Por descontado, recurrir una multa por alcoholemia requiere un análisis detallado del procedimiento y debes contar con toda la documentación necesaria para poder llevar a cabo esta acción. Entre los principales pasos que debes seguir para apelar, podemos mencionar los siguientes:
Es fundamental leer y revisar detenidamente la multa para detectar posibles errores en la forma o en el procedimiento. Además, debes reunir evidencias necesarias, tales como testigos presenciales, fotografías del lugar de los hechos o informes técnicos sobre el estado del alcoholímetro. Esto puede ser clave para sustentar tu reclamación correctamente. Una vez reúnas todas las pruebas y te hayas cerciorado de que tienes posibilidades para reclamar, debes dirigir tus alegaciones a la autoridad competente, que puede ser la Jefatura Provincial de Tráfico, un organismo municipal o autonómico, o incluso el juzgado de lo penal en casos de delitos por alcoholemia.
¿Cómo garantizar el éxito al apelar una multa por alcoholemia?
Para garantizar el éxito al recurrir una multa de alcoholemia, es imprescindible que presentes la reclamación dentro de los primeros 20 días naturales desde la notificación de la sanción. Además, contar con el apoyo de abogados especializados en alcoholemias, como los que encontrarás en nuestro despacho, Garanley, puede marcar la diferencia, ya que contamos con profesionales que podrán acceder a las pruebas aportadas en el juicio y conocen los resquicios legales que pueden ayudarte en este tipo de casos defendiendo tus derechos.
En definitiva, podemos decir que las multas por alcoholemia son una herramienta fundamental para garantizar la seguridad vial, pero estas no siempre están exentas de errores en cuanto a su aplicación. Si crees que tu sanción es injusta o que no se han seguido los procedimientos correctamente, no dudes en reclamar. Recurrir una multa por alcoholemia no sólo es posible, sino que, en algunos casos, puede resultar en la reducción de las consecuencias o incluso la anulación total de la sanción.
Actuar con rapidez, reunir pruebas sólidas y contar con el respaldo de profesionales especializados son factores clave que debes tener en cuenta para enfrentarte con éxito este tipo de situaciones. En definitiva, si te encuentras ante una multa por alcoholemia y te preocupan las consecuencias, recuerda que tienes derechos y que hay herramientas legales y profesionales a tu disposición para ejercerlos.