Puede que pienses que la pensión no contributiva la puedes percibir durante toda la vida sin ningún tipo de problemas. Sin embargo, no hay que confiarse, ya que se puede llegar a perder. Así, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) aclara que existen 4 causas o motivos por los que cualquier persona beneficiaria de una prestación no contributiva puede dejar de percibir su pensión, ya sea por invalidez o por jubilación.
Existen muchas dudas y preocupación respecto a este tema y en relación a estas causas o motivos por los que una persona puede llegar a perder su pensión no contributiva, aunque haya disfrutado de ella durante años. Por eso, en este artículo, te vamos a explicar las causas por las cuales te pueden llegar a quitar la pensión y qué debes hacer para evitarlo.
Resumen del artículo
¿Pero, qué es una pensión no contributiva?
Una pensión no contributiva es un pago o subsidio que concede la Seguridad Social a los trabajadores que no cuentan con los 15 años cotizados que se exigen para solicitar una prestación contributiva tanto por jubilación (mayores de 65 años) como por incapacidad permanente. Por lo tanto, es una pensión que se adjudica a aquellos ciudadanos que no han cotizado lo suficiente.
En España, esta prestación es, en el año 2022, de 402,80€ mensuales y, además de esta, la pensión no contributiva otorga el derecho a la asistencia sanitaria y farmacéutica por la sanidad pública.
Para percibir esta pensión, la persona debe tener 65 años o ser una persona en situación de incapacidad permanente (mayor del 65%) y no debe haber llegado al requisito mínimo exigido de cotizaciones exigidas para percibir una pensión contributiva, que son 15 años y tener unos ingresos inferiores a 5.899,60€ anuales.
Para hacer este cálculo, se debe tener en cuenta si la persona vive o no con familiares y el grado de consanguinidad existente entre ellos. Así pues, si vive solo con el cónyuge o con un familiar en segundo grado de consanguinidad, puede optar a esta pensión si los ingresos totales del grupo familiar no superan los 10.029,32€ anuales para dos personas, de 14.159,04 para un grupo familiar que integre 3 personas o los 18.288,76€ si el grupo familiar es de cuatro personas.
Además, si se da el caso de que en este grupo familiar están presentes los padres o hijos de la persona solicitante, este ingreso no debe superar nunca los 25.073,30 € anuales para un grupo familiar integrado por dos personas, de 35.397,60 para tres personas ni 45.721,90 para cuatro personas.
Causas por las que se puede llegar a perder una pensión no contributiva
Aquí te vamos a explicar las causas que pueden llegar a hacer que una persona que haya disfrutado durante años de una pensión la pueda perder. Estos necesariamente tienen que ver con el incumplimiento de algunos de los requisitos necesarios para percibir esta prestación.
Superar la cuantía de ingresos establecida de por ley
Es uno de los motivos que pueden derivar en la eliminación del cobro de una pensión. Esto puede suceder cuando el beneficiario de la prestación por jubilación o invalidez supera el umbral legal de ingresos establecido por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Debes saber que no se trata de un umbral fijo, sino que puede variar dependiendo de las condiciones que hemos hablado en el apartado anterior.
Así, dependiendo de si el beneficiario viva con un cónyuge o con personas hasta segundo grado de consanguinidad, la cantidad puede variar si la unidad familiar es de dos, tres o cuatro personas, es decir, tres cantidades diferentes.
Además, si este vive con sus padres o con sus hijos, la cantidad también variará dependiendo de si la unidad familiar es de dos, tres o cuatro miembros, por lo que hay tres cuantías distintas que se suman a las tres anteriores. Es decir, 6 cuantías distintas en total.
Además, debemos añadir que estos umbrales no son los únicos que establece la Seguridad Social, sino que esta puede ampliar el límite mensual o anual de ingresos a percibir para que se pueda cobrar la pensión no contributiva.
En el caso de superar los umbrales, no será posible recuperar la pensión no contributiva, ya que la Seguridad Social entiende que la persona posee en el grupo familiar la suficiente cuantía como para valerse por sí misma.
No declarar los ingresos por unidad de convivencia
Otra de las causas por las que se puede llegar a perder una pensión no contributiva se da cuando no se hace la declaración de ingresos por unidad de convivencia. Es decir, para mantener la pensión, todos los años se deben declarar, durante los primeros 3 meses del año, los ingresos totales de toda la unidad de convivencia.
Si no se realiza la declaración, la Seguridad Social suspenderá y eliminará el pago de la pensión. En este caso, se puede recuperar en el momento en que se acredite y certifique que se cumplen los requisitos mínimos para percibir esta pensión ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
No notificar ante la administración pública las modificaciones
Esta pensión se puede retirar si no se informa de las posibles variaciones personales que tenga el pensionista en cuestión. Es decir, este debe notificar en todo momento a la Seguridad Social si ocurre algún cambio en la convivencia, en el estado civil o si cambia de lugar de residencia.
Esto se debe a que estos cambios pueden afectar a las condiciones por las que el propio pensionista percibe su prestación. Por lo tanto, puede que, al cambiar las condiciones, la cuantía percibida, aumente, disminuya o incluso se pierda por superar el umbral establecido. Por lo tanto, depende del caso y de las circunstancias personales de cada pensionista.
Que el beneficiario de la prestación cambie de oficio
Por último, debes saber que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) puede llevar a cabo una investigación para revisar el oficio del pensionista. Así pues, si en el proceso de investigación, el INSS descubre alguna irregularidad, como puede ser un cambio o variación en el oficio del pensionista que no haya sido puesto en conocimiento de la Administración Pública, se puede llegar a perder la prestación.
Aunque hay que decir que esto sólo tendría lugar en el caso de que esta variación o cambio de oficio invalide, de alguna manera, los requisitos mínimos que se necesitan para poder percibir esta cuantía. Incluso, el INSS puede reclamar al pensionista el pago de todo el dinero que ha recibido desde que se ha producido tal cambio.
Esto se puede deber, por ejemplo, a un cambio de trabajo u oficio (puede ser, por ejemplo, iniciar un nuevo periodo de actividad laboral) por el que perciba un mayor salario que le haga superar el umbral establecido por ley para disfrutar de una pensión no contributiva. Esto se debe a que el INSS considera que ya no necesita esta prestación.
Esperamos que este artículo te haya servido para resolver las dudas sobre este tema que suele preocupar tanto a las personas que perciben una pensión no contributiva. Es un tema bastante serio y conviene estar atentos a cualquier cambio que pueda provocar el cese de una prestación. No obstante, si sigues teniendo alguna duda, no dudes en contactar con un profesional del derecho. En Garanley Abogados encontrarás asesoramiento ante este tipo de cuestiones.