Cuando se dan versiones contradictorias en torno a los motivos de un accidente de tráfico y resulta imposible determinar la culpabilidad de los implicados, éstos pueden ser indemnizados por sus lesiones y daños personales en la vía civil.
Es usual que, tras un accidente de tráfico, las partes aporten versiones contradictorias en torno al siniestro. Seguro que, alguna vez, te has visto envuelto, directa o indirectamente, en situaciones de este tipo. En ocasiones, los puntos de vista llegan a ser irreconciliables y absolutamente contradictorios. Rizando el rizo, puede ocurrir, incluso, que no existan testigos que arrojen una mínima luz en torno a las causas del accidente en cuestión.
Resumen del artículo
La importancia de acreditar la responsabilidad desde el primer momento
Un punto trascendental, que puede evitar ciertas situaciones de bloqueo provocadas por las versiones contradictorias en torno al accidente, es determinar, desde el principio, el culpable del siniestro. Es crucial, porque la oportuna indemnización deviene de la obligación del responsable de resarcir a los afectados.
Pero, ¿cómo acreditar desde el primer instante la culpabilidad del responsable?. La respuesta es sencilla: mediante un atestado o cumplimentando y firmando ambos el parte oficial de accidentes. Con uno de estos dos elementos atestiguando la responsabilidad será, prácticamente imposible, que el causante cambie su versión del siniestro y, por tanto, haga más complicado el cobro de la indemnización.
Si te ves implicado en uno de estos trances, te aconsejamos tratar de determinar la responsabilidad del siniestro en caliente, desde el primer momento. No dudes en reclamar la presencia de una unidad de atestados, cuando la parte contraria discrepe contigo en torno a las causas que provocaron los hechos.
Resolución judicial cuando no existen pruebas para determinar la responsabilidad
Ten en cuenta que, si el caso termina en los tribunales y el juez carece de elementos de juicio suficientes para averiguar las causas del accidente, existen muchas probabilidades de que la sentencia inste a cada conductor a pagarse sus respectivos daños, así como los correspondientes gastos de defensa jurídica. Si no existen pruebas, siempre juega la presunción de inocencia y el principio in dubio pro reo (en caso de duda, la sentencia siempre debe favorecer al reo), por lo que las partes quedarían absueltas en la vía penal.
Sin embargo, las cosas no funcionan exactamente así cuando hablamos de lesiones personales. En este caso y si no puede acreditarse la culpabilidad de la otra parte ni la de la propia víctima, ésta podría disfrutar del 50 por ciento de la indemnización (concurrencia de culpas). Ten en cuenta que, para que se desplieguen estos efectos, debe reclamarse en vía ejecutiva.
Por el contrario, un procedimiento civil por lesiones sufridas en accidente de tráfico debe concluir admitiendo la indemnización total del afectado, a no ser que se demuestre su culpabilidad en el siniestro. Por tanto y en un caso de versiones contradictorias, en el que resulte imposible acreditar la culpabilidad de una u otra parte, ambas deben ser resarcidas por las aseguradoras de los daños personales sufridos. Ello es así, porque ninguna de las dos partes puede demostrar la culpabilidad de la otra. Para reclamar los daños materiales o la reparación del vehículo deberá demostrarse siempre la responsabilidad del contrario.
Elección de abogado
La elección de un abogado especializado en reclamar indemnizaciones por lesiones en accidentes de circulación es crucial en circunstancias como las que nos ocupan. No son pocas las personas que, tras sufrir un accidente, se dirigen a su compañía aseguradora para negociar con la otra parte una solución amistosa al conflicto. Pero, por lo general, el camino para conseguir la máxima indemnización por siniestro de tráfico no es éste.
No cedas a las presiones de la aseguradora y ante un acuerdo aparentemente beneficioso para tus intereses. Consulta en un bufete independiente y ajeno a las empresas de seguros. Estos profesionales te gestionarán todo el papeleo y se encargarán de las comunicaciones con las compañías.
Ejemplo
Para concluir el post, te explicamos con un ejemplo cómo serían los pasos a seguir, tras un accidente de tráfico con versiones contradictorias de los hechos.
Imagina que dos motoristas chocan en una intersección y ambos dicen haber cruzado con el semáforo en verde. Los dos sufren lesiones por el impacto. La policía llega hasta el lugar de los hechos y, tras tomar declaración a los implicados, es incapaz de determinar la responsabilidad de uno u otro. No había testigos en el momento del impacto. Los dos motoristas denuncian a la parte contraria. El forense estudia y valora las lesiones de ambos. En el juicio de faltas, la sentencia absuelve a los dos conductores, debido a la falta de pruebas concluyentes. El juez no entra a valorar, por tanto, ninguna indemnización, aunque ello no significa que finalmente no se cobren.
Tras la correspondiente sentencia absolutoria, se solicita al juzgado el Auto de Cuantía Máxima. Se trata de un documento, en el que el juez del orden penal fija la cuantía máxima de indemnización para las partes en la vía civil, excepto si se demuestra la responsabilidad de los motoristas. De esta manera, los implicados pueden reclamar el importe íntegro, por las lesiones sufridas, a la aseguradora de la contraparte.
Como es obvio, también es posible zanjar el conflicto por medio de un acuerdo amistoso y tras aceptar una concurrencia de culpas del 50 por ciento para cada implicado, como se indicó anteriormente.